Fundamentos
La idea que ha motivado el proyecto de las Cumbres Mundiales, es la de concebir el Tango como una tradición cultural que expresa, fundamentalmente, a las ciudades de nuestra época y a sus fases de desarrollo. En este sentido, fue y es un género que nacido en la Ciudad de Buenos Aires y otras ciudades del Río de la Plata, se ha transformado en un género urbano que expresa, quizás como ninguno, al ciudadano medio de nuestra época y a la evolución de la antropología urbana.
Es imprescindible pues, concebir el Tango como un género urbano y contemporáneo e incluso imaginar, al País del Tango, como un “archipiélago de ciudades de países diversos”, para reconocer la legitimidad de que artistas, de ciudades lejanas a la cuna porteña de Buenos Aires y Montevideo, puedan interpretar y recrear el tango, no como la mera copia de una cultura ajena sino como una manera genuina de expresar su propia experiencia urbana. Así es que surge el lema emblemático de las Cumbres: “Desde (tal o cual ciudad) el Tango convoca ciudades”.
Hace ya mas de un siglo, cuando aún no se había desarrollado el transporte colectivo de pasajeros y la periferia y el centro de las urbes se manifestaban con formas y sentimientos diferentes, los primeros tangos arrabaleros (entre un vaso de alcohol y una ramera, dice Horacio Ferrer), nacidos en el barro y en la mezcla de culturas encontraron una fórmula nueva para que los cuerpos solitarios se relacionasen. Es el nacimiento de la danza que, en el caso del tango, es anterior a su expresión musical. A partir de ahí empieza el desarrollo de esos sonidos cautivadores y andando el tiempo llega hasta Carlos Gardel cuya voz privilegiada origina el llamado tango-canción. Y ahí, entonces, están el tranvía y otros transportes colectivos para relacionar los suburbios con el centro de la ciudad y para que el tango encuentre una forma ya madura, es la “época de oro del Tango” y con ella el surgimiento de las grandes orquestas típicas.
El tango le ha cantado dramáticamente a la pérdida de la mujer en una época en que la inmigración fue mayoritariamente masculina y por tanto las ciudades del Río de la Plata estaban pobladas fundamentalmente por hombres. Le ha cantado a la pérdida de la juventud y a la pérdida del barrio por el crecimiento de la ciudad usando siempre la metáfora urbana para indicar el paso del tiempo. También el tango le cantó a la pérdida del Tango cuando las multinacionales imponían otros gustos para las nuevas generaciones. Finalmente, y sin olvidar a todos los que contribuyeron al avance y fortalecimiento del tango, con Astor Piazzolla aparece una nueva vanguardia que ya se insinúa como una nueva tradición en la historia del Tango. Quizás estas nuevas formas musicales estén expresando el desplazamiento del peatón por el automóvil en nuestras ciudades y de allí, en alguna medida, la pérdida del compás marcado en la propuesta musical.
Es posible que aún no estemos en condiciones de explicar el fortalecimiento que el Tango, a nivel internacional, está teniendo en los últimos años, pero no dudamos que es y será culturalmente fértil propiciar su desarrollo por ser un espacio cultural nacido del mestizaje y por tanto abierto a nuevas aventuras de relaciones creativas. Las Cumbres del Tango son una muestra de esa intención.